lunes, noviembre 2

BANDA SONORA

Hoy de mañana, por esas extrañas cosas de la vida, he tenido tiempo de poner música y sentarme a jugar con Aurora. Y como ella ya se entretiene un ratito sola con sus juguetes, pues he caido en un estado medio nostálgico a raíz de la música que escogí.

Y es que la música tiene eso de retrotraerte a los momentos que, por elección o por casualidad, acompañaron. Pensaba que yo nunca he sido buena para escoger la música que me gusta, suele llegarme en los brazos de quienes me rodean y supongo que por eso los temas vienen muy cargados de emociones y recuerdos.

Así que en homenaje a la vida que llevo recorrida, me aboco a recordar mis bandas sonoras:

- La primera, inevitable, Mazapán. Creo que mi mamá tenía todos los cassettes (si, de esa época estamos hablando). Esa fue mi iniciación musical, crecí con la cuncuna amarilla, taco y punta, Agustín el caracol, esta noche bailaré, carnavalito del ciempiés. Me traen recuerdos, no necesariamente de felicidad, tampoco de tristeza. La infancia está llena de sombras porque nuestro cerebro aún no desarrolla del todo la capacidad de memoria y, como he aprendido últimamente, no tenemos el lenguaje necesario y suficiente para nombrar lo que nos va pasando. Debo decir que Mazapán se mexcla con José Luis Perales, Mocedades y Abba. Parece que mis papás también ponían de vez en cuando su música favorita.

- La independencia vino con Roxette, Bon Jovi, un poquito de New kids on the block (poquito porque la verdad nunca me gustaron mucho, pero en cada fiesta, de esas primeras fiestas, era infaLtable), también un poquito de Spice Girls, Mecano, Oasis, Juan Luis Guerra, ja. Y por supuesto, Luis Miguel!. Bien rara esa pre-adolescencia.

- Luego vino el tiempo de Sui Generis, Silvio Rodríguez, Quilapayún (sí! escuché Quilapayún y canté el pueblo unido, jajaja), Inti Illimani, un poquito de Pablo Milanés. Supongo que todos tenemos nuestro pasado hippie revolucionario ¿no?

- Ya más grande, bueno, se van calmando los ánimos. Llegó Alejandro Filio, Fernando Delgadillo, también Serrat (no sé bien por qué). Empecé a escuchar Aerosmith, Seal, supongo que Bon Jovi me acompañó un buen tiempo (sabemos a quien culpar, jaja). y en paralelo siempre andaba la música religiosa, mucho Taizé, Cristobal Fones, y tantos autores cuyos nombres serán siempre anónimos pero que han hecho música maravillosa.

- Y hoy... ahh, hoy, ya se imaginarán: el Oso Traposo, Mazapán nuevamente (todo es tan cíclico no?), Little Baby Bum.

Y así... me gusta poder viajar a través de mi vida en las alas de todos estos autores. Siempre estarán ahí, para guiarme por mi historia. Claro que hay algunos que me producen algo de tristeza, nostalgia de tiempos pasados? ... puede ser ...