miércoles, diciembre 20

LA MUERTE DE UN ALMENDRO


Así de simple: ayer estaba vivo, nada hacía prever su deceso... y hoy, amaneció muerto.

Yace aún en el patio, tendido cual largo es, en la posición horizontal que no conocía.

Mañana ya no estará... se lo habrán llevado.

Hoy ha muerto un almendro en el patio de mi casa ... insólito

5 comentarios:

Daniel dijo...

¡Diántres! ... ¿causas naturales?

Hay algo que me gusta de mi casa, y es que tenemos almendros; todo el pasaje los tiene, aunque con el correr de los años varios vecinos los han sacado, o han muerto por causas desconocidas para mí.

Hace un tiempo nos dió por aprovechar el patio trasero (de dimensiones considerablemente menores al tuyo :P ) para sembrar otro... además tenemos un laurel y teníamos dos paltos (uno de ellos murió hace un tiempo, y el otro parece que va por el mismo camino... quizá sea mejor, me dicen que son muy grandes).

La cosa es que la semana pasada mi padre me decía que íbmaos a sembrar un nogal (un amigo tiene unos que dan nueces del porte de manzanas), pero al preguntar por el lugar, me dice que habría que sacar el almendro del patio trasero ... ¡¡¿QUÉ?!! ... ¡¡me niego rotundamente!!, ¡¿Qué culpa tiene él?!

Lamento que haya muerto el de tu casa, y continuaré la defensa del de la mía.

Un beso niña... cuídate.

Anónimo dijo...

no entiendo ... se cayo solo ?
asi no mas, o lo cortaron ??

no creo que se pueda caer solo...

que pena, pero aca en mi casa tambien se han muerto muchos arboles, con esto de que mi papa se ha puesto a coleccionar arboles autoctonos chilenos ... y claramente plantados en medio de la duna no tienen mucho futuro ...

igual es medio peligroso que un arbol se desparrame asi no mas, pudo haber caido arriba de algo ...

me acorde del arol que plantamos con mi papa en La Reina ... no que era ... pero cada vez que podemos lo vamos a regar :P
contriuyendo con descontaminar tu ciudad

eso amgui, un beso y feliz natividad

Anónimo dijo...

TRES ÁRBOLES


Tres árboles caídos
quedaron a la orilla del sendero.
El leñador los olvidó, y conversan,
apretados de amor, como tres ciegos.

El sol de ocaso pone
su sangre viva en los hendidos leños
¡y se llevan los vientos la fragancia
de su costado abierto!

Uno, torcido, tiende
su brazo inmenso y de follaje trémulo
hacia otro, y sus heridas
como dos ojos son, llenos de ruego.

El leñador los olvidó. La noche
vendrá. Estaré con ellos.
Recibiré en mi corazón sus mansas
resinas. Me serán como de fuego.
¡Y mudos y ceñidos,
nos halle el día en un montón de duelo!

G. Mistral

Pistu dijo...

Debo decir que eres más verde de lo que pensaba!!
Y con verde no me refiero ni a ecológica ni a hippie!

Angela Ulloa dijo...

¿?

¿Y a qué te refieres?