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Esta etapa de la vida está llena de cosas nuevas, todo el rato hay que estar tomando decisiones y una de ellas es el primer trabajo.
Yo siempre pensé que iba a ser como todo lo demás hasta ahora: no tener idea de lo que va a pasar hasta que llega el momento de decidir y, justo ahí, aparece una opción muy bacán. Problema resuelto. Pero no ha sido así!
En este empeño que tiene la vida de ser cada vez más generosa, ahora presenta mútiples alternativas, todas interesantes, pero que implican caminos muy distintos y posiblemente definan en un grado no menor el futuro.
Entonces, está esa alternativa en la que haces lo que realmente te gusta, pero no ganas lo que quisieras y las perspectivas son difusas. Esta esa otra opción en la que no te gusta demasiado el trabajo, pero cuyas perspectivas a futuro se ven interesantes (claro que nadie te asegura que en verdad suceda lo que dicen que podría suceder).
También tenemos esa pega en la que ganas muchísima plata, pero no se ajusta para nada a lo que tú hubieras soñado, entonces te entra la tentación de decir "Bueno, pero por un par de años, gano HARTA plata y de ahí hago lo que siempre quise", con el risego de nunca lograr salir de ahí...
Está la pega increíble, pero que no te deja tiempo para la vida familiar, los amigos, etc. Está el nunca bien ponderado pan duro pero seguro del Estado. Está la academia, con sus pros y contras...
Creo que la vida siempre fue sabia y nos fue formando para llegar al momento de la decisión con las cosas bien claras, pero aquí como que anduvo fallando.. ¡¡No sé qué hacer!!
Uno quisiera la opción ideal: trabajo entretenido, buen sueldo, tiempo para tener una vida, buenas perspectivas laborales... pero parece que por estos días anda más bien escasa...
¿Cabeza de ratón o cola de león?... creo que esa pregunta se queda chica ante la dura realidad.
¿Alguien ha tenido mejor suerte?